lunes, 9 de marzo de 2015
domingo, 8 de marzo de 2015
La historia de Kathrine Switzer
Cuando
el maratón era cosa de hombres:
La
atleta de nacionalidad estadounidense Kathrine Switzer (Hamburgo, 1947) es un
buen ejemplo de como los pequeños gestos pueden desmontar falsos mitos y
cambiar el rumbo de la sociedad. En 1967, decidió correr la maratón de Boston,
emblemática prueba de larga distancia (26 millas, 42,2 kilómetros) que solo
podían disputar hombres. Se trataba más de una convención social y cultural que
reglamentaria. Como recuerda la propia Kathrine Switzer en su weblog Marathon Woman, "no
había reglas reales en 1967 que indicasen que el maratón era solo para hombres.
Tampoco había un espacio para indicar el género en el formulario de
inscripción. Pero casi todos los deportes eran para los hombres, rara vez
participaban mujeres".
En
efecto, tras inscribirse bajo el seudónimo de KW Switzer, Kathrine fue la
primera mujer que cruzó la línea de meta, con el dorsal 261, y su hazaña se
hizo inmortal cuando uno de los oficiales de la carrera trató de sacarla de la
competición. El forcejeo, en el que participó también su novio, fue captado por
el fotógrafo Harry Trask de la publicación Boston Traveler y
las imágenes se han convertido en un símbolo de la lucha por la igualdad desde
entonces y están incluidas en el libro Las
100 fotos que cambiaron la historia de la revista Time.
Aquel 19 de abril de 1967, la atleta
recorrió la distancia en 4 horas y 20 minutos y acabó siendo escoltada por
compañeros de carrera para cruzar la línea de llegada. Su marca fue el inicio
de una fulgurante carrera deportiva. Pero, por encima de todo, cruzó una meta
de enorme importancia en la historia de la mujer: demostrar que la capacidad
física y atlética de las mujeres tenía como único límite el machismo y los
estereotipos sociales. "Fue un mal tiempo para la clasificación oficial,
pero un muy buen tiempo para los derechos de las mujeres", relata la
deportista, que sigue en activo, participando en carreras benéficas e impartiendo
conferencias sobre feminismo e igualdad.
Ganadora
de la maratón de Nueva York en 1974:
En 1967, el evento más largo en los
Juegos Olímpicos para las mujeres era los 800 metros en pista, y las carreras
permitidas a mujeres eran de 1 milla y media (algo más de 3 kilómetros). Switzer
acudió a la carrera de Boston tras prepararse a fondo con su entrenador, Arnie
Briggs. Entonces era una estudiante de Periodismo de la Universidad de Syracuse
(Nueva York), tenía 20 años y llevaba desde los 12 practicando atletismo.
No
tenía interés en pasar a la historia, sino en correr su primera prueba y
hacerlo en una distancia emblemática para ella. "Mi entrenador no creía
que una mujer pudiese hacer una maratón, pero prometió llevarme a Boston si le
mostraba en la práctica que podía hacerlo. Entrenamos duro y un día corrimos 31
millas (casi 50 kilómetros), y se quedó sorprendido y orgulloso. Fiel a su
palabra, él me ayudó a entrar en la carrera", recuerda en su libro
autobiográfico Marathon Woman.
Aquella mañana se puso su equipación
y se pintó los labios y los ojos, como era habitual en ella. Comenzó a correr y
cuando llevaba dos millas trataron de expulsarla. Los periodistas le hacían
fotos y le preguntaban qué quería demostrar con aquello. Su novio la culpaba de
todo lo que estaba ocurriendo,... Pero a pesar de la confusión del momento,
Switzer sacó más fuerzas que nunca y decidió acabar la carrera, alentada por su
entrenador. Y esa determinación es la que la ha convertido en una de las
mujeres más importantes en su displina, en la que posee la sexta mejor marca
mundial. Entre sus victorias destaca el primer puesto en la Maratón de Nueva
York, siete años más tarde, en 1974. Ese mismo año, fue segunda en Boston, en
la carrera por la que ha pasado a la historia.
En 2013, continúa luchando por los
derechos de la mujer a tener espacio en el deporte de élite. "Mi mayor
victoria en atletismo ha sido ganar la maratón de 1974 de Nueva York. Pero mi
mayor victoria en la vida es haber contribuido de forma importante en conseguir
que la maratón femenina fuese aceptada oficialmente en los Juegos Olímpicos de
1984", señala.
Fuente: Marathon Woman, de Kathrine
Switzer. Revista Runner’s World Magazine, abril 2007
domingo, 1 de marzo de 2015
1º E.S.O. EL JUEGO EN EL ARTE.
Autor: Pieter Bruegel, el Viejo
Fecha: 1560
Museo: Kunsthistorisches Museum
Características: 118 x 161 cm.
Estilo: Pintura Flamenca
Material: Oleo sobre tabla
omentario
La imagen que contemplamos es de lo más curiosa, tanto por el tema como por la ausencia total de datos que puedan explicar el motivo que llevó a Brueghel a pintar un cuadro así. El tamaño es suficientemente grande como para que el artista nos muestre una panorámica de su ciudad, completamente ocupada por niños. Los críos están entregados a todo tipo de diversiones, cada grupo enfrascado en su actividad. Los estudiosos de costumbres populares y étnicas han llegado a identificar al menos ochenta y cuatro juegos diferentes, de los cuales muchos siguen hoy en día vigentes en muchos países.
ACTIVIDAD: LOCALIZA Y DESCUBRE AL MENOS DIEZ JUEGOS DEL CUADRO.
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